Blog

10 consejos para que la abundancia en tu vida sea definitiva

Vivimos en un mundo lleno de abundancia, pero de alguna forma no nos la acabamos de creer, seguimos sosteniendo la ilusión de carencia que viene de nuestras creencias y nos mantiene en un círculo vicioso dando vueltas. Vivimos nuestras creencias como verdades absolutas y hacemos lo que sea para justificar que son verdaderas.

Creemos que no podemos tenerlo todo, que hay que trabajar duro para lograr ser “exitosas” en la vida. Que hay que ser perfectas para encontrar una pareja que valga la pena. Que hay que ir a la mejor universidad para construir una carrera de conocimiento intelectual que me permita acumular la mayor cantidad de información para tener un buen puesto.

Creemos, creemos, creemos…

Y la pregunta del millón es: ¿Estás satisfecha con la forma en la que crees que tienes que hacer las cosas para conseguir la abundancia que necesitas?  o al igual que yo, te estas preguntando si algo dentro de ti está mal por querer hacer las cosas de forma diferente, por querer disfrutar del proceso en si con más abundancia desde ahora.

Sí, es un hecho que el sistema nos ha ayudado a empoderar la ilusión de carencia, pero ni tú estás mal ni el sistema está mal. Lo que percibes cada instante es lo que se convierte en realidad. Si pasas tu vida peleando con el sistema, lo que obtendrás a cambio es más ilusión de opresión y más carencia, además de seguir dándole poder a un sistema que es el que es.

¡Conviértete en la excepción y sal ya del estado de supervivencia que te impide confiar en que ya eres abundante! Empieza con estos 10 principios para hacer tuya la abundancia:

Dale a tu cuerpo el mejor combustible posible: Es tu mejor inversión, elige comida de altísima calidad, orgánica, fresca, con mucho verde, súper alimentos, grasas buenas, animales de pastoreo, agua de alta calidad y suplementos poderosos. ¡La abundancia comienza en tu piel!

Entrena a tu mente para enfocarse en lo que sí hay: En lugar de estar pendiente de lo que no tienes, o de lo que no has creado por no creer que tienes el potencial de hacerlo, busca la mejor música, elige buenas noticias, películas y series en lugar de la nota roja o dramas de telenovela.

Haz lo que amas hacer: Hazlo una vez al día a cambio de nada. Cuando menos te des cuenta, eso se convertirá en tu forma de vida.

Ponte al servicio: Haz las cosas por el bien de todo lo que te rodea, cuando tus acciones vienen del deseo de un bien mucho mayor que tú misma, la abundancia te llega justamente a ti.

Medita y conéctate con tu espíritu cada día: Ahí no existe la carencia y tu mente se desconecta de la ilusión de tus propias creencias

Haz una lista de los patrones de carencia que repites: Trabajos que no disfrutas por miedo a no tener plata, relaciones en las que eres co-dependiente por miedo a estar sola. Resistencia al ejercicio por miedo a no ser perfecta.

Cuando la tengas trata de definir cuál es la creencia o la afirmación que hacen que repitas ese patrón una y otra vez.

No te quejes todo el tiempo del sistema, de cómo deberían ser las cosas y mejor invierte tu energía en crear nuevas propuestas: Ellas solas evidencian lo que no funciona a tu alrededor. No resistas, no seas rebelde ni te la pases criticando lo que, según tú, no está bien.  Mejor utiliza tu energía en desarrollar propuestas que hagan evidente lo que no funciona a tu alrededor.

Reconoce tus límites: Para que no des más de lo que te es cómodo dar, cuando lo haces estas en carencia. Lo importante no es cuanto doy sino la calidad de lo que doy para lograr amar con libertad.

No tengas miedo de tu brillo interno: Ahí está todo tu potencial esperando ser desencadenado para servir, para crear, para compartir y para servir.

Reconoce que tú eres parte de algo mucho más grande en el universo: Mientras más das más recibes, la abundancia es elegante, es sensible y es inteligente.