A propósito del día del padre…

A propósito del día del padre…

A propósito del día del padre…

Pensé en escribir estas líneas a propósito del día del padre que hoy se celebra. Obviamente, cada quien habla como le va en la feria y a mi, en mi feria, me fue increíble. Tengo la suerte de tener todavía mi papá conmigo, pero más suerte tengo de que mi papá sea precisamente él.

La verdad como papá siempre fue mi apoyo incondicional y mi porrista número 1. Siempre nos impulsó (incluso hasta de más) a ser buenos estudiantes y buenos hijos sobre todo.

Pero lo mejor, es que todo lo que hacía, lo hacía con algún objetivo muy claro y nunca me apoyó en algo sin sentido. Es más, me acuerdo que algo que yo odiaba es que SIEMPRE (siempre siempre siempre) los maestros tenían la razón y no había nada que negociar. Así aprendí lo que es la autoridad y a respetar las jerarquías.

Crecí con un papá que trabajaba incansablemente para que nosotros pudiéramos vivir bien. Que muchas veces estaba ausente por estar trabajando y que también nos enseñó a trabajar a nosotros desde que cumplimos 15 años.

Hoy que es abuelo, veo otra persona totalmente diferente a lo que yo viví. He visto como deja todo, absolutamente TODO, lo que tiene que hacer por ir a recoger a mis hijas al colegio. Siempre que necesitamos apoyo su respuesta es SI. Es impresionante ver como hoy, su prioridad son ellos y está para los nietos 24/7. De verdad, eso es algo que jamás podré agradecer como se debe.

Pero también, hoy tengo cerca otro modelo de papá que me parece increíble y es precisamente el de mi esposo. Mi esposo es con mis hijas totalmente diferente a como fue mi papá conmigo. Él, juega, se divierte, busca momentos para estar con mis hijas y tener un tiempo exclusivo con cada una.

Por supuesto es su superhéroe, lo ven cercano y saben que pueden contar con él para todo. Su papá siempre está ahí, en el momento preciso para salvarlas de cualquier peligro. Pero también, ellas saben que si la cosa se pone seria, el tema se tendrá que revisar en familia con papá.

El rol de paternidad de mi esposo es, como ya dije, muy diferente a lo que antes se usaba. Antes, teníamos que tener un tipo de “miedo” a nuestros papás y sabíamos que había miles de cosas que no podíamos hablar con ellos. Hoy, mi esposo es precisamente el primero en interesarse por cosas de las niñas que muy probablemente ni siquiera entiende bien (porque son cosas “de niñas”), pero él hace su mayor esfuerzo por involucrarse y permanecer cerquita a pesar de todos los días que tiene que viajar.

Así que hoy, puedo decir que la presencia del papá en la educación de los niños es fundamental. Que por más fuertes y seguras que seamos las mamás, siempre necesitaremos de ellos para salir de dudas y tomar mejores decisiones. Si tenemos la suerte de contar con ellos, hay que tomarlos en cuenta y dejarlos participar. Claro, nosotras siempre vamos a preferir que las cosas se hagan a nuestra manera. Pero si no les damos ese espacio de participación, los que lo sufren son nuestros hijos.

 

Gracias papá y gracias Javier por estar siempre presentes para mí y para mis hijas.

 

¡Feliz día del padre!

 

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